Las Sagradas Escrituras dicen que Betsabé tomaba un baño cuando la mirada concupiscente de David se detuvo en ella, mientras paseaba por el terrado de la casa real.
Esta es una de las historias más bellas de la Biblia y podemos encontrarla en 2da Samuel, capítulo 11. Nos acerca a una mujer “muy hermosa”. De hecho David quiso poseerla, aun sabiendo que era la esposa de Urías.
(En ocasiones evoco este texto bíblico para ejemplificar la importancia de lo físico, dimensión que sigue siendo la primaria para la atracción de pareja, muy por encima de la psicológica y espiritual.)
El simple pastor devenido rey nos recuerda la definición del amor físico donde no impera en un grado extraordinario ni lo cerebral ni la sensibilidad “más que otra emoción amorosa que el deseo animal”
Hace unos días, pasando nada más y nada menos que por una tienda de ropa reciclada, ¡vaya asociación! imaginé una Betsabé descalza, con short de mezclilla y a punta de nalga escuchando una canción de época, mientras limpiaba el portal de su casa (Aquí puede Ud. detenerse e imaginar la suya).
Luego indagué con mis amigos de Facebook quienes contestaron cómo era su prototipo de mujer y cuáles rasgos llamarían la atención, en el plano puramente físico.
En medio de mi pesquisa hubo algún reacio a circunscribirse en tal o mascual particularidad: “mira asere en el amor no hay fracciones d cosas a lo Jack el Destripador d atributos”.
“Luisi la chamaquita tiene q transpirar sensualidad y cuando camine hacia mi detrás d ella estallen bombas, la gente corriendo loca, un tornado, terremoto mata 4 serpientes….. jajaja ná a sere yo me enamoro del todo no puedo apostar a algo solamente, sorry”
Otros fueron bastante explícitos en su descripción como sucedió con otro feisbukero “Bueno, físico, te diría que: ni muy delgada, pero nada de sobrepeso; estatura 1.70 está bien; pelo hasta los hombros está bien; la piel bien cuidada por supuesto, senos firmes, cintura estrecha, nalgas levantadas y redondas, piernas gruesas y firmes.”
Entre los atributos femeninos más mencionados resaltan los senos, el pelo, las nalgas, las caderas, los labios, las piernas y el color de la piel.
Algunos confesaron sentirse fuertemente atraídos por el rostro y la mirada: “nadie puede apostar a una sonrisa….me imagino al socio con otro socio…..asere d donde sacaste la jeva feísima esaaaa¡¡¡¡¡¡ ná bro es q tiene una sonrisa q me enamoró.”
Otro reveló que para sentirse como David “bastaría que ella venga hacia mí caminando con un contoneo de lujo”
Mi opinión personal no dista casi nada de lo recolectado, solo agrego que si mi Betsabé descalza, con short de mezclilla y a punta de nalga se pone a cepillarse o a pelar una naranja, pues no hay Urías que se me interponga.
Son muchas, muchísimas las versiones criollas de la hija de Eliam, aquella muchacha de Jerusalén que hizo cambiar la vida de David, el pecador arrepentido que se trastornó sobremanera luego de aquel paseíto “una tarde, después de haberse levantado de la siesta”.
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Lea además: Amor de Mulata
Reblogueó esto en la koladita.
Reblogueó esto en La esquina de Lilith.
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Muchas gracias por la puntuación y la promoción. Regresa pronto.
regresaré 🙂