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En vez de “chis” para la foto, este grupo de amigos prefirió decir “u-n-a-n-i-m-i-d-a-d” y alzar la mano en alusión al corto de Eduardo del Llano.

Si algo de rotundo tiene el corto Intermezzo (2008) de Eduardo del Llano, es el argumento que nos presenta y que a veces resulta tan recurrente en la realidad cubana: la falsa unanimidad.

Hay quien admira la valentía de Nicanor O’Donell, el personaje que en cierta asamblea alzó su mano en contra de la propuesta formulada mientras otros lo consideraron un “bicho raro” y le reclamaron fotografías y autógrafos, como si se tratase de un héroe.

Este discrepante, en el peor de los casos, puede ser tildado de traidor, apátrida, soquete, ingrato, contrarrevolucionario y antisocial pues lo “usual” es que todos digamos sí ante determinado proyecto, ya sea en el CDR, en la bodega, en el centro de trabajo, en una reunión laboral, en la circunscripción u otros espacios de intercambio.

Por estos días en que se constituyó la nueva Asamblea Nacional del Poder Popular uno tiene la esperanza de que surjan otros Nicanores que, desde la libertad y la responsabilidad, desde el respeto y el argumento, se atrevan a decir NO ante la avalancha de criterios, acuerdos y tesis que pudieran encaminarse desde otra arista, otra perspectiva.

Ya es algo cuasihumorístico y poco creíble que todo el mundo levante su mano en señal de aprobación. Lo vemos por televisión y hacemos una mueca interior como si las cosas no marcharan del todo bien. Esa imagen resulta harto repetida en los espacios antes mencionados y uno reza, cruza los dedos, para que no suceda también en nuestro Parlamento.

Allí, en ese órgano de gobierno, tres son los diputados de la VIII Legislatura que representan al municipio camagüeyano de Vertientes. Se nombran Leonardo, Santiago Eduardo y Eddy Alejandro, pero ninguno Nicanor, aunque nadie quita que puedan imitarle algún día.

El propio presidente Raúl Castro ha denunciado en sus discursos esa unanimidad falsa y perniciosa que nos acompaña. Es quizás, a mi juicio, la idea central de Intermezzo,  cortometraje que culmina con el título de este post, dejando entrever que abstenerse no es lo más pertinente, pero a veces es bastante.

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20 tesis imprescindibles del discurso de Raúl Castro
                           El disidente Raúl Castro
                           Unanimidad: falsa y perniciosa
                           Intermezzo, corto de Eduardo del Llano

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