Mi Madre puso unos ojos tremendos cuando le dije que estaba dispuesto a irme de periodista al Oriente cubano de ocurrir un sismo de magnitud, como el que aconteció este sábado, a las 2:08 minutos, hora local.
La idea tuvo su génesis
luego de una conversación con un directivo de los medios de comunicación en Camagüey. “Pensé en ti”, me dijo, mientras charlábamos por teléfono sobre cuestiones de trabajo.
Quizá lo hizo porque estuve seis años en Santiago de Cuba, como parte de mi formación académica. En ese tiempo conocí a muchos residentes en aquella provincia, los mismos que hoy deben estar asustados por este movimiento telúrico, uno de los tres que se sintieron, sobre todo en un punto casi paralelo a la
ciudad de Guantánamo.
Marcia Elena Díaz, amiga y compañera de estudios en la Universidad de Oriente, me remitió estas fotos donde se notan algunas reacciones de los guantanameros, luego del sismo. Lo demás pueden leerlo en otros sitios de prensa. Por el momento me solidarizo con mis hermanos del Oriente y estoy aquí para lo que haga falta.
Hay que surto paso la gente,imaginate que a dos semana de yo estar en Venezuela temblo la tierra,que surto yo pase,yo no quisiera pasar otra vez por eso