Después de un largo período de espera, mi amiga, hermana, cuñada y colega Daicar Saladrigas González estrenó su bitácora personal. Reproduzco en este post mi comentario de bienvenida:
Je Je, fui el primero en dar “me gusta”. Espero dar clic en ese botoncito varias veces y que esta parte de ti que nos estabas negando o estabas demorando halle espacio y forma en la blogosfera. Sé que encontrarás el espacio, ¿eh? quizá en las madrugadas o en las mañanitas cuando burles alguna reunión o te escapes a la PC, quizá en uno de esos días de madre que te toca vivir por tu agenda y dar la teta más de una vez. Yo no sé a otros, pero a mi me hace falta leerte porque tú zarandeas mi capacidad de asombro, tú me remueves el sensiblerímetro y cuando yo te leo sé que estoy vivo y que es bueno que una amiga tan linda y grande como tú me regale sus vivencias, sus anécdotas y por qué no, sus enseñanzas. Siempre corro cuando sale tu carita o tu línea de autor en el impreso, -poquitas veces, ¿verdá?- Ahora me la desquitaré en este rincón. A la alegría de Bea y de Luli, a la alegría de tu “doble militancia” (hermana y cuñada), a la alegría de que somos muchos y a la alegría de que eres de la familia WordPress, se añade este nuevo “alumbramiento” tuyo. Ya brindaremos, ya tomaremos helado en Coppelia, ya festejaremos, ya escribiremos y tuitearemos, porque tú sigues siendo, para muchísima gente, una muy buena noticia. Te quiero mucho aunque me haya vuelto capsular. ¡Chin Chin!
Reblogueó esto en la koladita.
Gracias, Luisp. Pero no eleves tanto tus expectativas y las de tus lectores, que después puede que yo no pueda cumplirlas. Y dspués de un comentario como el tuyo, ¿quién puede escribir algo atractivo? ¿Sabes que lo mejor de que te hayas vuelto capsular es que nos pones muchos buenos poquitos? Te amo. Chin Chin.
Luisen, no le hagas caso, ella merece comentarios así e incluso más excedidos. Y sé que nos traerá de bueno a montones. Cómo la queremos, eh?
Sí, Tunie, Dai “genera” contenidos así. Hace falta que tenga tiempo para escribir-nos. Yo aguardo desde aquel primer “me gusta”.