Tanto o mejor que a Lajas conoce Teodoro Moré los barrios vertientinos. Se crió en el Roldán, dice, pero puede hablar de La Sierra, Juan del Risco, Guano Alto y otros rincones donde anduvo con su hermano buscando unos pesos para comer.
Incluso, yo pensaba que aquel antológico “voy echando, esto no es pa mi” había sido dicho por Bartolo en medio del surco de una colonia cañera en mi pueblo, pero Tingo me confirmó que fue en San Antonio, antiguo central Jaronú, hoy Brasil.
Los dos hermanos, tarde o temprano, emigraron para Lajas o La Habana. Recuérdese que Benny le dijo a su Mamá Virgina, al pie del Hotel Ritz de Vertientes, “me voy a buscar fortuna a otra parte, yo no quiero que laves y planches más”, y a su compadre Enrique Benítez “me levanto, me hago tierra, pero aquí no regreso”.
De aquí han salido otros coterráneos: el pintor Maikel Herrera nunca menciona a su pueblo en entrevistas y en los catálogos aparece (Camaguey, 1979), Mireya Luis, la voleibolista internacional oriunda de El Brazo reniega de su origen, mientras la actriz Alina Rodríguez, que nació aquí “por accidente”, me hace reír en la película Lista de Espera cuando dice en una escena “¿usted puede parar en Camaguey? Es que yo voy para Vertientes”.
Todos han pasado por circunstancias diferentes u oportunidades. En Lajas el director del cine es vertientino, otro que trabaja en Varadero y que me brindó un trago de cerveza el día 19 tiene un amor en el pueblo. Una mujer que se nombra Cecilia Valdés alfabetizó con un paisano mío con quien compartía farol, lápiz, cartilla y manual y Pucha, la enfermera, conoce como Tingo al otro rincón querido de Benny Moré.
Todos ellos me hablaron de lo mismo: hay imperativos económicos, familiares y coyunturales que hacen que las personas viajen de un lado para otro. Hasta Margarita Bocanegra dejó a Querétaro, en México, para vivir un tiempo en esta porción del centro sur camagüeyano.
Hace unos días un periodista amigo de Cienfuegos que colaboró mucho para nuestra estancia allá, me pasó un mensaje por Facebook: “brother, lo más importante, la periodista de la televisión en Lajas pidió la baja, ¡tienes plaza!”.
Me río, me sorprendo, veo a Benny con Teodoro haciendo señas en la carretera, y me rehúso a pensar que también yo, quizá un día de este mundo, estaré en la extensa lista de los que dejaron al Vertientes camagüeyano.
¿O no?
MUY BUENO TU ESCRITO.SABES LAS LAGRIMAS ME SALIERON.TIENES TODA LA RAZON.MI CUNADO RICARDO RAMIREZ CAZOLA ES DE CAMAGUEY.PARA EL CAMAGUEY ES LO MEJOR EL VIVE EN LA HABANA MARIANAO.EL PALMAR….LO QUIERO MUCHO Y RESPETO PUES EL ES UN CAMAGUEYANO DE HONOR SIEMPRE DICE SOY DE VERTIENTE Y DE FLORIDA…YO SIEMPRE HE QUERIDO CONOCER CAMAGUEY CREO UN DIA PODER CUMPLIR MI SUENO..CARAJO UN GRAN ABRAZO PARA ESOS CAMAGUEYANOS QUE SIENTEN A CAMAGUEY EN EL CORAZON…ME GUSTO MUCHO TU BLOG…FELICIDADES.DEBERIAS HACER UNA OBRA DE TEATRO CON ESTE TEMA.SERIA MUY BUENA..EL TEMA SOY CAMAGUEYANO Y QUE….OTRO GRAN ABRAZO DE CORAZON A CORAZON PARA TODOS LOS CAMAGUEYANOS VIVA CAMAGUEY….VENCEREMOS
Gracias, cubano, bienvenido a mi blog. Esta idea es recurrente en mi bitácora y pido disculpas por repetir ciertas construcciones textuales. Puedes leer Bartolo’s en http://kikeperdomo.wordpress.com/2010/11/06/bartolos/ y espero sigas comentando. No hay MAIL que por bien no venga. Mira, yo nací en Florida porque en mi pueblo no había hospital para paritorios, pero me confieso un vertientino nato. Siempre llevaré a mi pueblo en el corazón y a Camagüey, por supuesto. Algún día podrás conocer esta ciudad de las iglesias, de los tinajones, la “suave comarca de pastores y sombreros” que habló Nicolas Guillén. Vertientes está a 25 kilómetros, unos treinta minutos de la capital agramontina. Mucha suerte.
gracias.tu vives en el mismo camaguey.yo soy de la habana tengo un hijo en baez villa clara.y muchos familiares.mi cunado ricardo ramirez cazola es camagueyano.de vertiente.
vivo en Vertientes, de ahí el nombre de mi blog.
Desde muchas partes del mundo se te reconoce tu orgullo camagueyanano que por lo general es una de nuestras virtudes me encanto tu blog y como tu me siento honrada de ser vertientina amo mi pueblo y toda la familia que aun tengo alli felicidades y sigue haciendo estas reflexiones tan maravillosas ah y si un dia tienes que dejar tu pueblo querido por mejorar no lo lamentes y sigue en tu lucha que en el corazon siempre lo tendras presente suerte con esas desiciones …
Ke lindo lo que me dices, Onelia. Gracias. He estado leyendo y rumiando la canción “Me voy pal pueblo”, hoy mientras me afeitaba me acordé de “Quiero que sepas que no estoy dispuesto
a enterrar mi vida en un rincon. Que lindo el campo muy bien ya lo se Pero p’al pueblo voy hechando un pie…” dejar a Vertientes siempre ha estado latente por muchísimas razones. Seguro que siempre tendré a este pueblo en el corazón. Gracias por leerme y busca en el blog que hay mucho más. Salud y pesetas, como siempre digo a mis amigos.
Para triunfar, hay que nacer en Camagüey, vivir en Vertientes toda la infancia y escapar de regreso para Camagüey y al final convencerse de que el problema no estaba en Vertientes, sino en toda la isla.
Que distinto leo este post hoy, desde mi puesto de Community manager en Radio Sancti Spíritus. Recuerdo la primera vez que lo leí, ahora todo cambia ¿o no Luis?
Cambia, mi estimado. Sí que cambia. Pero la esencia es la misma. A veces no nos vamos del todo. “Yo no soy el que regresa ni tampoco el que partió”. Un abrazo grande. He escuchado un par de noticieros y cosas en audio de cuando estábamos nosotros, los imprescindibles, y me he acordado mucho de ti. Que estés bien!