En 1937 nació el actor Morgan Freeman, patentaron el nylon,
bombardearon Guernica y el dirigible alemán Hindenburg explotó justo cuando iba a tomar tierra en Nueva York.
El general japonés Matsui Iwane, ordenó la destrucción de Nanking prendiendo fuego a la ciudad. Quedó inaugurado en la bahía de San Francisco el Golden Gate Bridge, la mayor obra de ingeniería de la época.
También en este año fallecen, en Roma, Guillermo Marconi, padre de la Radio, en Ginebra, Pierre de Coubertin, promotor de los Juegos Olímpicos de la era moderna y en París el compositor impresionista Maurice Ravel, autor del famoso “Bolero” que lleva su nombre.
Solo a mí se me ocurre, después de todos estos sucesos de renombre, decir tímidamente en este último párrafo que en Vertientes, Camagüey, Cuba salió publicado el 19 de marzo de 1937 el primer número de “La Voz”, “órgano de información y de interés general”, único rotativo del cual se tenga conocimiento en esta comarca.
Alegría, regocijo, orgullo, sobresalto (y todos los shift+f7 posibles), fueron muchas las sensaciones que experimenté al tener entre mis manos varios ejemplares de este semanario, acogido a la franquicia postal en la administración de correos de Vertientes.
¿Podrá incluirse el acontecimiento en las efemérides de la época? ¿Qué dirán Wikipedia y compañía?
11 números de La voz de Vertientes son suficientes para mover los cimientos de un sentido y orgulloso vertientino.. me alegro por ti, por Vertientes….