Fue el 2 de febrero de 2007, cuando la Villa de Puerto Príncipe celebraba su cumpleaños 493, la fecha elegida para que saliera al aire la primera señal de televisión, desde el municipio de Vertientes y otros cuatro territorios camagüeyanos.
Aquí nadie tenía ni idea de lo que eran Medios de Difusión Territoriales, pues solo existía por aquel entonces, una Radio Base, especie de emisora doméstica cuya audiencia “cautiva” –como la denominan los teóricos-, escuchaba por vocinas diseminadas en un determinado perímetro.
Lo demás eran las estaciones nacionales donde la presencia del terruño era ínfima. Así que la naciente televisión local era un suceso. Goar Mestre y Gaspar Pumarejo, precursores de la TV en Cuba, se sentirían pequeñitos ante la emoción de los más de 53 mil habitantes del gran batey, expectantes de que fuera real aquel acontecimiento.
Ese mismo día, un cuadro, de cuyo nombre no puedo olvidarme, nos “convidó” a una cobertura de última hora en el central azucarero donde estaría de visita un dirigente de la provincia. La puntualidad no era su fuerte y venía del hermano municipio de Santa Cruz del Sur, mientras la taquicardia del equipo de realización no se hacía esperar.
“Tenemos la primera salida al aire de nuestro canal y hay que grabar con la misma cámara”, dije haciendo gala de comunicación extraverbal pues señalé al reloj con el dedo índice y en tono de aclaración. Pero el cuadro, que no conoce la pirámide invertida, se le ocurrió que le hiciéramos una entrevista al compañero visitante. Al final se impuso la sensatez, salimos echando a casi unos minutos de aquella transmisión.
Ese susto lo vivimos el propio 2 de febrero de 2007, pero el desconocimiento de las rutinas productivas por parte de algunas personas, el intrusismo profesional, el afecto desordenado por la cámara y otras cosillas-incomprensiones inevitables no compiten con las muchas experiencias gratificantes que hemos tenido en esta etapa.
Resumirlas en una cuartilla no resulta fácil. He aquí algunas: se reforzó el balance geográfico en los espacios televisivos provinciales y nacionales, el vertientino de a pie salió de cierto mutismo, surgieron nuevas unidades docentes para que practiquen, investiguen y crezcan los estudiantes de periodismo y ya se puede hablar de un audiovisual desde los territorios.
Para los pioneros de aquella salida al aire nos queda el reto permanente de humanizar la noticia, la superación nuestra de cada día y llevar el vecindario a la casa en cada información, además de tener a mano, como aconsejaba el viejo Hemingway, un “detector de mierda, innato y a prueba de choques”.
Así que brindo por el cumpleaños y desde aquí felicito a mis colegas fundadores que siguen al pie del cañón: Jorge Luis Suárez, Maria Elena Javier, William Sánchez, Ariel Cabrera, Daniel Santana, Maikel Paneque y Edel Quintana. Todos cumplimos tres añitos en la televisión comunitaria y les aseguro, con sana jactancia, que llevamos los pañales bien puestos.
Felicitaciones, por su excelente trabajo.
Se necesita de valor , constancia, esfuerzo, dedicacion, responsabilidad, entusiasmo tambien mucho de cordura como algo de locura pero sobre todo mucho amor no solo por la profesion sino para mostrale al mundo que ustedes como grupo periodistico existe desde Vertientes – Camagüey
Gran aplauso y felicitaciones desde mi querida Colombia por sus primeros tres años.
Gracias, Monik, la constancia es lo que mas debe distinguirnos, aunque todo lo que mencionas es imprescindible, no solo para este empeño audiovisual, sino para cualquier propósito en la vida, por difícil que parezca.
Que bonito, que deroche de responsabilidad denota todo ese trabajo que nació sobre la base de la nada. Pero, a pesar de la seriedad del escrito el montaje lo hecha todo a perder en cuanto lo vi pensé en una pesadez tuya pero no , y me alarmó. Ah también trasmitele a todos nuestro colegas mi felicitaciones no solopor el día en que salieron al aire sino además, por su buen desempeño laboral.
-Felisitaciones, por estos tres anos de ardua labor,en el mundo de las noticias,sigan adelante con ese amor al trabajo de la prensa.-
Luis Andres Batista