Este texto, extraído de nuestros archivos de la Universidad de Oriente, parece oportuno a propósito de prohibirse a los varones la entrada en short a algunos centros laborales. La foto del jueves 5 de abril de 2012 fue tomada frente al Telecentro de Camagüey, donde también se aplica esta singular disposición. Comente esta fotografía en nuestro perfil de Facebook
Escrito por Yodel de Carlos ( http://facebook.com/carpulidocarpulido)
Bermudas, pantalones cortos, cualquier parecido es pura coincidencia; el short conviértese en el más jugoso paladín de los atuendos juveniles por estos tiempos (que conste, no hay discriminación). Sobre todo muy buscado y deseado si tiene bolsillos y camuflaje incluido o el sol y el calor matan. Sin embargo su entrada a algunos establecimientos le está vedada, incluyendo a su portador, por supuesto.
Carteles grandísimos, aclaratorios, burlones e inexplicables muchas veces, “adornan” la entrada de hospitales, cines, centros recreativos e incluso terminales de ómnibus y ferrocarriles.
En la parte oriental del país, casi un “principado” para esta prenda (por el intenso calor), la situación se torna desenfrenada. No debe alarmarse si el que escribe, le cuenta que en perspectiva de un viaje tuvo que sacar del maletín un pantalón, cambiarse y, con ese “pasaje”, tratar de lograr un feliz viaje. Nada que por poco mi asiento en ASTRO es disfrute de otro. La asistencia a una visita en un hospital infantil causó también el mismo desenlace, solo que esa vez no traía maletín a cuestas: “No puede entrar, anda en short”.
¿Acaso a estas alturas de existencia social, enseñar las piernas!! tiene que provocar el impedimento o la realización de ciertos planes? ¿El short ha sustituido ya a las palabras en las funciones de ofender o irrespetar?
En algunos lugares, estoy convencido que desean la nieve o el invierno…
Es que las bermudas, pantalones cortos o short, cualquier parecido es pura coincidencia; son aliados de los que subsisten en el calor, el sudor y la incomodidad del vestir. Ética y respeto tienen que incluir en sus acepciones, coyunturas reales, comodidad y placer personal a cualquier precio.
…Y mirando este cartel que me ha recibido en una instalación deportiva ¡vaya paradoja!…Ruego que, pese a complejos y sentimientos de inferioridad que prohíben a muchos lucir rodillas; dejemos en paz a los que han decidido disfrutar de una película, bailar, viajar o ver teatro en piernas cortas.
Entendamos que el respeto está hecho también de pantalones breves y no de camisas de fuerzas. Más allá de extremismos, hagamos un tejido respetable para un short de bolsillos sin camuflaje incluido.
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