Nueve de la mañana en Santa Isabel de las Lajas. Una fina llovizna cae sobre el poblado, mientras la gente se agrupa para ir a la tumba de Benny Moré. Es 19 de Febrero de 2011.
Delante llevan una corona de flores en forma de guitarra. Han venido de todas partes. Margarita Bocanegra, la viuda mexicana, va de la mano de su cuñado Teodoro Moré. Todos caminan despacio hacia el camposanto, mientras se escuchan los acordes de Bonito y sabroso interpretados por la Banda Municipal.
(Muchos no saben que la pieza surgió cuando Benny, dándose un baño, le dijo a la nativa de Querétaro: Negrita, alcánzame un papel y un lápiz que se me acaba de ocurrir una melodía”. O que Dolor y Perdón, uno de los últimos temas que cantó en el municipio de Palmira, tres días antes de morir, fue dedicado a ella)
“Siento que está aquí tras de mi. Camino y oigo los pasos, lo veo que me llama, sueño con él y despierta lo veo entrar a la casa. El iba a estar pegado junto a mi y lo ha cumplido”, dice Margarita, que contrajo matrimonio con el lajero el 25 de agosto de 1946, primero en el registro civil y horas más tarde en la Iglesia de San José.
Teodoro, que conoce palmo a palmo los barrios de Vertientes, nos confesó más tarde “Benny me dijo en su máquina: mi hermano, si muero en Cuba que me entierren en Lajas. Y cuando el murió, el entonces secretario de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) me planteó enterrarlo en La Habana y a los dos años cuando se hiciera le exhumación traerlo para Lajas. Le dije que no, que eso no era lo que quería Benny”.
Es que hay problemas con los alzados en las Villas, le dijeron. “Bueno, si los alzados quieren hacer política con el cadáver de Benny, lo tendrán que hacer con el cadáver mío también”, ripostó Teo y los restos mortales de su hermano fueron a parar a su rincón querido, luego de escalas en pueblitos como Colón, Los Arabos, Cascajal, Manacas, Santo Domingo, Jicotea o Ranchuelo.
“Llegamos a las 11:00 pm a Lajas en un punto que se llama San Alejo, donde nos esperaba el pueblo con antorchas”. Desde ese momento todos veneran a Bartolomé Maximiliano Moré, el hijo de Virginia.
Ahora es 19 de Febrero de 2011. A las once de la mañana habrá un toque de macuta en el casino de Los Congos. Mientras suenan el tres y la guitarra, Juana Margarita Bocanegra Durán acerca su mejilla al pecho de Tingo. Otra mujer se persigna delante del sepulcro.
Un moreno de Cárdenas pronuncia un discurso solemne y acto seguido deja caer unas gotas de ron añejo blanco encima de la tumba. Los congregados arrancan a cantar ¡Santa Isabel de las Lajas, querida. Todos lloran junto a Bartolo. También yo.
Siempre me he preguntado aunque no soy relijiosa que habrá despues de la muerte?
pregunta que se haran muchas personas a medida que van avanzando sus edades, y la respuesta la tenemos aqui,despues de la muerte recojeras el fruto que hayas sido capas de sembrar en la vida,un ejemplo lo tenemos presente en nuestro querido e inolvidable Beny Moré o el barbaro de el ritmo como le llamaban para homenajear aun mas su nombre,he podido apreciar como despues de tatos an~os de su muerte aun lo recordamos y los que tienen la posibilidad de asistir a su tumba le lloran y le brindan lo mejor de si a pesar que ya no existe fisicamente pero si en nuestros corazones,realmente me llenó de emocion todo el homenaje que le hicieron en este dia, estoy mas que segura que donde quiera que Beny Moré se encuentre se sentirá muy orgulloso de haber sido quien fue,desde Alemania,Edilaidy Pen~a.
muchas gracias por publicar esto, kike, muy sentido y muy bien escrito. enhorabuena!!!!
Toda la publicacion esta muy bonita,no sabia que exsistia esta página pero pienso visitarla muy amanudo,para saber de mi pueblo