Para todos los amigos del Diplomado, ellos saben.
Quizá ustedes no recuerden que, a unas cuadras del Hotel, estaba el cine Yara. En momentos en que las películas de moda eran “La Ola” y “La sombra del poder”, algunos de nosotros simplemente pasábamos por allí a pedir el Diario del Festival Internacional de Teatro, mirábamos de reojo la cartelera de bombillitos y seguíamos echando pa Coppelia, el malecón, La Habana Vieja o cualquier otro destino, luego de brevísimas escalas cerca de la sala de proyección.
Ya sé que nadie o casi nadie me hizo caso cuando propuse que fuésemos a ver el documental sobre Noel Nicola y la secuencia de materiales sobre el 11 de septiembre porque, al decir de muchos, eran propuestas muy “fundentes”. Que Nicola haya escrito “para una imaginaria María del Carmen” en mi natal Vertientes, y que Alejandro González Iñarritu era uno de los directores de “11-S” no convencieron al grupo.
Por suerte degustamos el corto “20 años” en los estudios de animación del ICAIC –premio especial del jurado en el reciente Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano-, nos reunimos a deshora en la residencia para compartir materiales que trajimos al curso y, a excepción de Yoanna que se levantaba a las ¡seis de la mañana! para ver la telenovela Cabocla, muchos hicimos zapping con HBO, Discovery y ¿los canales nacionales?
Hubo una noche en que nos quedó un huequito en la agenda, entonces Gricelys –al final se quedó dormida en plena platea junto a Yoanna-, Henry, Eliane y yo fuimos al Yara a ver la película española “Cosas que hacen que la vida valga la pena”. De no ser así me voy en blanco en lo que a séptimo arte se refiere, máxime si en mi cine municipal no abundan las películas en Pantalla Grande.
Les contaba todo esto, no para hacer un repaso por el cine que vimos o no vimos durante el mes de noviembre. Simplemente quiero pedirles que me remitan una lista de “cosas que hacen que la vida valga la pena”, a la luz del título del filme, -tomado de un programa de radio- y de estos 365 días que están por terminar.
Yo estaré elaborando mi top ten, pero desde ya pongo, en algún lugarcito, al “Diplomado Internacional de Periodismo Audiovisual” entre las cosas que hicieron, para mi, que la vida valiera la pena en este año que termina. Por los amigos que conocí, por los conocimientos adquiridos, por el periodismo de integración y por los momentos gratos y edificantes que trajo aparejado este encuentro de apenas tres semanas, acaso inolvidables.
Espero que compartan conmigo esta alegría. Ustedes saben que no exagero. También conocerlos ha hecho que la vida valga la pena.