Recuerdo que esta máxima horaciana me servía como seudónimo en algunas salas de chat de la Universidad de Oriente. Quizá por el latinismo o la referencia culta un tanto picúa no me ganaba las líneas de texto de muchas sutiles discursantes que le iban encima a otros nicks mas sugerentes al estilo de “Iván el terrible” o “soytupapi”.

No importa. La actitud que encierra es lo que vale. En ella encuentro una manera de asumir la vida cuidándome, eso sí, de dos tendencias: la epicúrea y la escéptica. En otras palabras sería vivir lo que dice la sentencia bíblica: “le basta a cada día su afán”, algo que se sintetiza en un poema homónimo de Waldo Leyva -que cita a Vallejo- una especie de  himno en tiempos de Apocalípsis y maremotos:

“Cada noche que pasa te exorciza / es la sombra, hechicera que te ensalma / con augurios que mueren por la prisa. Todo tiempo es fugaz, busca con calma / lo humano donde el hombre se eterniza/ Ya va a venir el día / Pónte el alma”

Ahora no sé, ni me pregunten, por qué me ha venido a la mente esta reflexión. Quizá en los últimos párrafos se los diga. Solo escribo  y escribo, no porque haya visto la película “2012”, o conversado con un Testigo de Jehová. Que conste que no me han diagnosticado una enfermedad terminal y que no he repasado titulares del día, aunque supe por arribita que mientras tecleo hay 20 muertos en capital somalí, por solo citar un ejemplo.

Vengo del ejercicio Meteoro 2010 y se supone que en mi blog escriba sobre el tema. Pero las ideas se han trastocado: un automóvil atropelló a una niña de siete años que cruzaba una calle, luego de venir de buscar la leche. Sucedió a las 08:40 am en la comunidad vertientina de Santa Rosa, camino hacia la provincia de Camagüey.

¿Por qué sola y buscando alimentos? La imagen conmovió a todos, incluso los que iban a hacer un simulacro de accidente de tránsito y recepción masiva de heridos, algo “de mentiritas”, como quien dice.

La vida tiene caminos insospechados, nadie sabe lo que nos espera a la vuelta de la esquina. Sé que parezco apocalíptico, es que ando así por estos días, huraño, susceptible, y prudente. No me hagan mucho caso, pero de todas formas escuchen mi consejo: “Carpe Diem”.

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