Dicen que los colegas de la prensa escrita sintieron celos cuando surgiste. El propio Welles te definió como “la pantalla más grande del mundo” y nadie mejor que tú para hacer alarde de inmediatez.

Yo heredé de ti la sangría francesa,  el desprecio a los adjetivos y las subordinadas, cierta tendencia descriptiva, la organización y la habilidad para ejercer el diarismo.

Me levanto contigo y casi que contigo me acuesto, mientras hago zapping con la caja negra que tengo delante, donde salen actores que, como dice el humorista, se han ido… consolidando. Al cine ni voy, prefiero mi usb y mis encargos.

Mis frustraciones son hacer un autoradio, narrar un juego de béisbol, conducir un programa y tener una voz acorde para convencer a los oyentes y a los que contratan. Una amiga me dijo que no soy telegénico, otra que me he vuelto capsular, mientras otro me recordó las tensiones que genera el actual medio que “escogiste”.

Aunque me defino como un periodista multimedia y muchos, muchos, quieren encasillarme, yo sigo brindando por ti, aunque no siempre sea con sangría francesa.

3 thoughts on “Brindis con sangría francesa”
  1. Multimedialidad, transversalidad caracterizan al hombre Medio (que no mediano). Un periodista con talento y dominio del lenguaje y la técnica de varios soportes. Cualidad imprescindible en la era de la Internet, la música de bolsillo y el entretenimiento aplastando a la noticia. Es lamentable que muchos de los muchos no sepan eso, pero como dice el chiste: el que sabe, sabe, y el que no, es jefe. 😉

  2. Creo que si algún día salgo de este medio, nunca podré olvidar lo excelente que nos sentimos los que si estamos ··autorizados·· a hacer radio, para mí es lo mejor, pueden existir Mp3, Mp4 y hasta el infinito, pero siempre tendr´´an un sintonozador de radio.

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