El título, la imagen y el poema son préstamos de Dante, internet y un escritor cubano. Quizá el mensaje esté claro.

Son dos que se encontraron de repente

al mirarse, se unen sus senderos;

son dos que se inspeccionan, agoreros

se prometen el cielo mutuamente.

Dos que son la pareja consecuente

para seguir de amor los derroteros

dar sentido a la noche y los luceros

de un mundo que parece estar ausente.

Son dos que se juntaron tanto para

el presente, el futuro que es amargo

saber que viene un viento y los separa

no estaban hechos para un viaje largo

(aunque para decir verdad, se aclara

que nunca se olvidaron, sin embargo)

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